Estimadas/os compañeras/os,
Apenas empezamos
el año de 2013 e ya nos enfrentamos a más un caso de violación de la lucha de
las mujeres y de los pueblos como un todo. En el mismo momento en lo cual les
enviamos este mensaje, se realiza el funeral de tres mujeres curdas: Sakine
Cansiz, co-fundadora del PKK (Partido de las Trabajadoras del Curdistán), Fidan
Dogan, representante do KNK (Congreso Nacional del Curdistán) y la activista
Leyla Soylemez, que el 9 de enero fueron encontradas ejecutadas con un disparo
en la cabeza, en la sed de la
Oficina de Información Curda, en Paris, Francia, donde vivian
exiliadas. Estas tres mujeres ponen cara y nombre a todas las mujeres anónimas
que luchan por la independencia del pueblo curdo.
La ejecución de
forma muy profesional de las tres mujeres acontece en un momento donde el
estado Turco y Abdullah Ocalan, líder del PKK encarcelado desde 1999, retoman
las conversaciones para iniciar un proceso de paz y terminar una guerra no
declarada donde más de 40 mil curdos ya fueron exterminados desde 1984. Como
primeros pasos de ese proceso, el PKK demanda que el Estado turco reconozca los
derechos políticos y culturales del pueblo curdo e una mejora substancial en
las condiciones en que se encuentra Abdullah Ocalan, mantenido en completo
aislamiento hace más de 1,5 años.
Tenemos muy claro
que el exterminio de mujeres que luchan por los derechos de su pueblo solo
beneficia al estado opresor y a sus aliados. Nuestras compañeras curdas nos
cuentan que el gobierno Turco abiertamente afirma que ambas “las operaciones de
seguridad y las negociaciones continuarán”. Y denuncian que tal atentado no
ocurre sin la complicidad del partido en el poder - Justicia y Desarrollo (AKP
en el acrónimo original), de los estados francés y europeo.
Mientras hace el
discurso de negociar la paz, el gobierno Turco implementa en realidad una
política de eliminación física de liderazgos de la resistencia – como Sakine Cansiz, conocida por su lucha en contra la tortura en la
prisión en Diyarbakir durante la dictadura militar - y de imprisionamiento sin
cualquier evidencia de sindicalistas, parlamentares, defensoras de los derechos
humanos y periodistas como es el caso de Pinak Selek y de las compañeras del
KESK (Confederación de Sindicatos de la Función Publica de
Turquía), que hemos seguido en los últimos años.
Nosostras de la MMM condenamos este crimen, lo
denunciamos como un atentado contra la paz y la lucha por libertad y nos
solidarizamos a las mujeres y al pueblo curdo. El 12 enero, nos juntamos a
manifestantes curdos de diversas partes de Europa en una gran manifestación en
Paris para demandar a las autoridades francesas una profunda investigación y la
exposición de los responsables de estos exterminios.
Estamos presentes
también en las calles en Turquía, donde nos sumamos a nuestras compañeras
curdas que afirman que la experiencia y la memoria de las mártires nos
continuarán a guiar en la resistencia hacia la libertad: “la pena y el dolor no nos detendrán, por el contrario, se fortalecerá la voluntad y la determinación que nos llevará a la victoria”.
Compartimos con
ustedes en adjunto las declaraciones de nuestras compañeras del Movimiento
Democrático de Mujeres Libres (DOKH, en el acrónimo en inglés) – grupo de mujeres
curdas que integran la MMM
en Turquía; de la MMF
en Francia (en francés) y artículo escrito por una compañera de la MMM en Galicia (en galego).
En solidaridad y
lucha feministas,
Secretariado
Internacional de la MMM
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