El encuentro de los países más poderosos y ricos del mundo es para la gente de todo el mundo una ocasión para reclamar que esta cumbre del G8 trate los dos “tsunamis” que están azotando a la humanidad hoy día –las crisis alimentaría y climática- y el problema irresoluto de la deuda, que ha contribuido significativamente en estas dos crisis y ha exacerbado sus impactos.
La injusticia de la carga de la Deuda y el problema de las deudas ilegítimas
El pago de enormes cantidades de servicio de la deuda amplia los efectos de las crisis alimentaria y climática, y disminuye la capacidad de los países y pueblos del Sur de afrontar dichas crisis. Ésta es parte de la injusticia de la deuda y tan sólo por ello la cancelación de la deuda es urgente.
Pero la deuda es más que simplemente un problema de perder los necesitados recursos en el pago de la deuda. Las deudas utilizadas para proyectos dañinos o para imponer condicionalidades dañinas como las que han contribuido a las crisis alimentaria y climatica, son ilegítimas y no deberian ser pagadas.
La crisis alimentaria
El alto precio del petróleo, el empeoramiento de las condiciones climáticas y la manipulación de los precios por parte de cárteles comerciales y especuladores locales e internacionales ciertamente han contribuido al aumento masivo y abrupto de los precios de los alimentos. Sin embargo, la crisis alimentaria puede también ser atribuida a las políticas económicas que han sido impuestas a los países del Sur durante décadas, a partir de la deuda, del acceso a los créditos y del alivio de la deuda como instrumentos de coerción.
La combinación de varias políticas que formaban parte de los planes de condicionalidad del Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial han desembocado en la caída de la productividad de la agricultura de subsistencia, ha llevado a un incremento de los costes de producción de alimentos, a la drástica reducción de tierras de cultivo para alimentos básicos para consumo local, y a prácticas agrícolas menos sostenibles.
Estas condicionalidades fiscales y monetarias incluyen la retirada de subsidios públicos a los cultivos de alimentos básicos y la reducción de gasto en infraestructuras públicas como sistemas de riego. La promoción de estrategias de crecimiento económico orientado a la exportación ha llevado a una alta dependencia de caros fertilizantes y pesticidas de importación, una reconversión masiva hacia cultivos no básicos y no alimentarios, y la conversión de tierras agrícolas a zonas industriales para la exportación. La liberalización comercial ha llevado a una injusta competencia con productos alimentarios subsidiados del norte. La liberalización de los flujos de capital financiero que alimentaron la industria immobiliaria, expandiendo la reconversión de la tierra a la producción de alimentos al sector immobiliario privado, campos de golf y resorts. La privatización de servicios públicos también supone mayores costes de producción y distribución de alimentos.
Además, los efectos de los enormes pagos de la deuda sobre los recursos gubernamentales conllevan el deterioro y la negligencia sobre muchas infraestructuras públicas necesarias para estimular la producción agrícola, como los sistemas de riego y las carreteras entre las granjas y los mercados.
La capacidad de muchos países del Sur, para producir lo suficiente para cubrir sus propias necesidades de alimento y para mantener los precios accesibles en los mercados locales, ha sido fuerte y dramáticamente erosionada desde los años ochenta. Ha habido un significante incremento en el número de países importadores netos de alimentos en las últimas dos décadas, disminuyendo la capacidad para mantener un almacenamiento de granos de alimentos básicos, y incrementando la vulnerabilidad frente a las dinámicas de suministros y precios del mercado mundial de alimentos.
Pequeños agricultores y campesinos sin tierra no han tenido beneficios reales del incremento en espiral de los precios de los alimentos, ya que los precios en origen continuan bajos. Son las corporaciones comerciales y especuladores los que han generado grandes beneficios.
Los gobiernos del G8 tienen la principal responsabilidad por el servicio de la deuda y las condicionalidades políticas relacionadas que contribuyen a la actual crisis alimentaria y a aumentar sus impactos. Son, después de todo, los mayores acreedores bilaterales y los miembros más influyentes de las instituciones financieras internacionales. Deberían actuar de forma immediata y decisiva por la cancelación de todas las deudas ilegítimas. La imposición de condicinoalidades a través de créditos y cancelación de deuda debe acabarse. Los gobiernos del G8 y las Instituciones Financieras Internacionales deberían respetar las acciones de los países del sur para revertir las políticas que han llevado a la crisis alimentaria.
Los gobiernos del G8 también comparten responsabilidades por otros factores tras la crisis - como gobiernos de los países que son origen de las mayores empresas multinacionales alimentarias y especuladores de mercancias alimentarias, y como gobiernos con poder para modificar los acuerdos comerciales bilaterales y multilaterales que afectan la alimentación. Los gobiernos del G8 deberían regular a sus corporaciones y inversores, prohibir la especulación en mercancias alimentarias, y dejar de presionar para imponer acuerdos comerciales injustos.
La crisis climática
Los gobiernos del G8 comparten también la responsabilidad primera por la crisis del clima. La mitad de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero provienen de los países pertenecientes al G8. La mayoría, si no todos, los países del G8 están muy por detrás en las agendas de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero. Incluso la Unión Europea, que se considera a sí misma como uno de los líderes de la lucha contra el cambio climático, con su llamativo a través de su plan de ser la primera economía de-carbonizada del mundo, ha minado sus propias reivindicaciones al planificar la construcción de cuarenta nuevas plantas energéticas de carbón en los próximos cinco años. Y de nuevo, como los miembros más poderosos de las instituciones financieras internacionales son responsables de los proyectos y políticas relacionados con la deuda que exacerban la crisis climática.
El Banco Mundial y los diferentes bancos regionales de desarrollo son los principales acreedores de proyectos que involucran a industrias de combustibles fósiles, pagadas por los pueblos del Sur. Las Agencias de Crédito a la Exportación de los países del G8 proveen financiación a estas industrias, parte de la cual se traduce en responsabilidades para los gobiernos del sur, nuevamente pagados por los pueblos del Sur.
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Desde de la firma de la Convención del Clima en 1992, e incluso después de instituir “políticas ambientales”, el Banco Mundial ha aprobado más de 133 nuevos préstamos financieros a proyectos de extracción de petróleo, carbón y gas, compuestos principalmente por préstamos, pero incluyendo también inversiones, garantías y donaciones. La cantidad total excede los 28 mil millones de dólares. Las compañías de combustibles fósiles con base en los países del G8 se benefician prácticamente de todos los proyectos. La Corporación Financiera Internacional del Banco Mundial, que presta al sector privado, está aumentando su portfolio de préstamos destinados a combustibles fósiles.
El Banco Asiático de Desarrollo, del cual Japón y EE.UU. son los principales accionistas, es el mayor acreedor de proyectos de carbón, petróleo y gas en Asia, habiendo aprovado cerca de 2 mil millones de dólares estadounidenses en préstamos desde el año 2000.
Otros proyectos financiados mediante préstamos y políticas de condicionalidades de las Instituciones Financieras Internacionales han desembocado en la deforestación masiva, otra de las principales causas del cambio climático. Estos proyectos incluyen, por ejemplo, la construcción de presas de gran escala, de carreteras en bosques tropicales, y la promoción de la producción de aceite de palma destinado a la exportación.
Es de hecho irónico y deplorable que con tal currículum, el G8 esté garantizando al Banco Mundial un papel pre-eminente en la financiación global para mitigación y adaptación al cambio climático, y para la promoción de “tecnología limpia” y “desarrollo limpio”. En la Cumbre de Julio de 2005, el G8 declaró que “El Banco Mundial tomará el liderazgo en la creación de un nuevo marco para energia y desarrollo limpios, incluyendo inversión y financiación”. Los bancos regionales de desarrollo están reclamando papeles similares.
El Banco Mundial anunció recientemente que establecerá Fondos de Inversión del Clima. A parte de ser obviamente inapriopiado para gestionar estos fondos dado su papel en el empeoramiento de la crisis climática, los conceptos, diseño e intenciones de los fondos son seriamente equivocados.
Los gobiernos del G8 no sólo están promoviendo soluciones falsas a través de las diferentes medidas bajo los auspicios de estas instituciones financieras internacionales, sinó que pretende financiarlas a través de créditos, añadiendo más peso a la carga de la deuda en los países en desarrollo. El gobierno del Reino Unido ha liderado un llamado para que otros gobiernos contribuyan con fondos para ser administrados por el Banco Mundial como créditos.
En lugar de extender nuevos créditos para adaptación y mitigación del clima, los gobiernos del G8 deberían empezar por reconocer la enorme deuda ecológica que deben a los países y pueblos del Sur. Deberían financiar la mitigación y adaptación al cambio climático en el sur como parte de la restitución y reparaciones por el daño ambiental y la destrucción que sus políticas y programas, sus economías y empresas han causado. Estos fondos deberían ser gestionados por instituciones democráticas y responsables.
Demandas y exigencias
Llamamos a los movimientos y organizaciones populares (sindicales, campesinas, mujeres, jóvenes, indígenas …), movimientos sociales y políticos, grupos comunitarios y ciudadanos, y organizaciones religiosas de base, a retar a los gobiernos del G8 a reconocer su responsabilidad en las crisis alimentaría y climática, y en el problema de la deuda, y tomar acciones decisivas:
- Cancelar todas las deudas ilegítimas
- Dejar de financiar proyectos y políticas que contribuyan al cambio climático
- Respetar los esfuerzos de los países del Sur a revertir las políticas dañinas que han llevado a la crisis alimentaría
- Prohibir la especulación en los precios de los alimentos
- Acabar con la práctica de utilizar créditos y cancelación de deuda para imponer condicionalidades
- Pagar las restituciones y reparaciones por las enormes deudas ecológicas que deben al Sur
- Facilitar el retorno de las riquezas robadas que se mantienen en los bancos de los países del G8.
Adhesiones
REDES INTERNACIONALES Y REGIONALES
Jubilee South
European Network on Debt and Development (EURODAD)
CADTM International
JS – Asia/Pacific Movement on Debt and Development
Africa Jubilee South
Jubileo Sur Americas
Asia/Pacific Network on Food Sovereignty (APNFS)
AFRODAD
LATINDADD
Least Developed Country (LDC) Watch
South Asia Alliance for Poverty Eradication (SAAPE)
Southern Peoples Ecological Debt Creditors Alliance
Migrant Forum in Asia
EUROSTEP
OilChange International
Platform of Filipino Migrant Organisations in Europe (Platform Europe)
Action Aid International
PAÍSES DEL SUR
Freedom from Debt Coalition (FDC) – Philippines
KALAYAAN! (Movement for People’s Freedom) - Philippines
Solidarity of Filipino Workers (Bukluran ng Manggagawang Pilipino) - Philippines
Bisig - Philippines
Philippine Rural Reconstruction Movement - Philippines
Aniban ng Manggagawa sa Agrikultura`(Union of Agricultural Workers)-Philippines
Resource Center for Sustainable Development (GITIB) - Philippines
Center for Migrant Advocacy - Philippines
Task Force Food Sovereignty - Philippines
Anti Debt Coalition (KAU) - Indonesia
Nadi - IndonesiaI
International Forum for Indonesian Development (INFID)-Indonesia
Institute for Essential Services Reform – Indonesia
Anjuman Asiaye Awam – Pakistan
Monitoring Sustainability of Globalization - Malaysia
NUBE - Malaysia
Luta Hamutuk Institute - East Timor
Centre for Human Rights and Development – Mongolia
Rural Reconstruction Nepal
NGO Federation of Nepal
Equity & Justice Working Group - Bangladesh
Unnayan Onneshan - Bangladesh
Community Development Library- Bangladesh
Jatiyo Sramik Jote - Bangladesh
Anjuman Asiaye Awam - Pakistan
Indian Social Action Forum (INSAF) - India
Alternatives Asia - India
Centre for Education and Communication - India
People´s Union for Civil Liberties - India
Narmada Bachao Andolan - India
Campaign for Judicial Accountability - India
Gender, Livelihoods and Resources Forum - India
Bihar Social Institute - India
ALternatives/Badayl- India
Intercultural Resource - India
National Centre for Dalit Human Rights, india
African Forum on Alternatives - Senegal
Daughters of Mumbi Global Resource Center - Kenya
Center for Promotion of Economic and Social Alternatives - Cameroon
Umzabalazo We Jubilee - South Africa
Jubilee South Africa
Jubileo Peru
Dialogo 2000 Argentina
PAPDA Haiti
NORTE AMÉRICA
Jubilee USA Network - USA
Sustainable Energy & Economy Network - USA
Maryknoll Office for Global Concerns - USA
Washington Office of Public Policy, Women’s Division, United Methodist Church - USA
Center for Third World Organizing - USA
Global Exchange - USA
Medical Mission Sister’s Alliance for Justice - USA
Gender Action - USA
Halifax Initiative Coalition - Canada
EUROPA
Jubilee Debt Campaign – UK
Jubilee Scotland
“¿Quien debe a Quién?” Campaign – Spain
Observatorio de la Deuda en la Globalización – Spain
Campagna per la Riforma della Banca Mondiale (CRBM) - Italy
CADI (Comitato Antirazzista Durban Italia) - Italy
Norwegian Coalition for Debt Cancellation (SLUG) - Norway
11.11.11. - Coalition of the Flemish North-South Movement - Belgium
Debt and Development Coalition - Ireland
ATTAC - France
Commission for Filipino Migrant Workers (CFMW) - The Netherlands
PACIFICO
Jubilee Australia
JAPÓN
Jubilee Kyushu - Japan
Jubilee Kansai Network - JapanATTAC Japan
Society of St Columban - Japan
Japan Network on Debt & Poverty
Food Policy Center Vision21 - Japan
Kansai Action Center on Philippine Human Rights Issues - Japan
ATTAC Hokkaido - Japan
ATTAC Kyoto - Japan
ATTAC Kansai Group, Japan
Altermonde - Japan
Yokohama Action Research Center - Japan
Solidarity Network Migrants Japan
Global Peace and Alternative Media - Japan
Lencaena Communication Japonesia - Japan
KALAKASAN Empowerment Center - Japan
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