Las
derivas del Foro Social Mundial
¿hacia
el final del proceso?
Mimoun Rahmani
Génesis del FSM
El Foro Social mundial
(FSM) nació como consecuencia de la aparición del movimiento antiglobalización
durante la década de 1990, especialmente el levantamiento de los Zapatistas
contra el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) en
1994, la campaña contra el acuerdo multilateral sobre inversiones (AMI) en 1998
y la gran movilización en 1999 en Seattle contra la Cumbre de la OMC, con cerca
de 50 000 participantes provenientes del mundo entero.
Se trataba de un
contexto político e ideológico caracterizado por la caída del Muro de Berlín y
el final de la guerra fría que dio lugar a la hegemonía de USA y de la
ideología liberal, pero también a la aparición de movimientos sociales en lucha
contra las políticas ultraliberales dictadas por las instituciones económicas
internacionales (FMI, BM, OMC) en el marco del Consenso de Washington.
Los enemigos del FSM
fueron pues bien identificados: el Foro Económico Mundial de Davos, el
Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial, la Organización Mundial del
Comercio, las multinacionales, USA como imperio ...
La carta de principios
de Porto Alegre define el FSM como « un espacio abierto de
reflexión, de debate de ideas democráticas, de formulación de propuestas,
de intercambio de experiencias y de articulación con miras a acciones
eficaces entre los movimientos sociales y las organizaciones de la sociedad
civil que se oponen al neoliberalismo y a la dominación del mundo por el
capital y toda forma de imperialismo… »
El Foro Social mundial
no es pues un simple acontecimiento de debate de ideas y de propuestas de
alternativas al neoliberalismo. Es también un proceso continuo que contempla la
construcción de acciones conjuntas a escala planetaria. En otras palabras, el
FSM deberá desempeñar el papel de catalizador de las luchas sociales, hacerlas
más visibles, con el propósito global de reforzar la lucha común contra el
neoliberalismo y, de una manera general contra la globalización capitalista,
con el fin de revertir las correlaciones de fuerza a nivel mundial.
Sin embargo, el FSM
conoce derivas cada vez más graves que provocaron su « agotamiento » [1],
al hacer de este espacio una simple feria Internacional de asociaciones y ONG
de desarrollo. Comercialización a ultranza en el seno del espacio del Foro, subcontratación
de algunos aspectos de la organización a empresas privadas, gastos de
inscripción elevados, presencia de delegaciones oficiales y de los
fundamentalistas islámicos, financiación del Foro por gobiernos
antidemocráticos y otras fuentes de financiación inciertas, registro de
actividades en total contradicción con la Carta de Principios del FSM…
Se suma a esto la
crisis interna que experimenta el Consejo Internacional (CI) del FSM cuyas
comisiones ya no están en funcionamiento, ni tampoco el grupo de enlace que
desempeñó el papel de coordinarlas y de preparar las reuniones del Consejo. Las
decisiones eran preparadas la mayoría de las veces de antemano por una
minoría que controla el CI, esencialmente miembros de las grandes ONG cuya
presencia e influencia son cada vez más importantes ante la poca
representatividad de los movimientos sociales y de los movimientos de lucha
dentro del CI.
¡La esperanza de Túnez
2013 evaporada después de « Túnez 2015 »!
¡El FSM de Túnez 2013
ha dado un nuevo impulso al proceso, o por lo menos un soplo de esperanza! El
proceso revolucionario y las revueltas populares en Túnez y otros lugares del
mundo árabe permitieron realizar un Foro más o menos exitoso en comparación con
las ediciones precedentes, particularmente las realizadas en tierra africana
(Nairobi en 2007 y Dakar en 2011). Fue también el balance positivo
de la CI que empujó a sus miembros a tomar la decisión de celebrar la
segunda edición consecutiva en Túnez en 2015. Se esperaba entonces una
evolución con relación a 2013, tanto en términos de movilización y de
organización como en lo que respecta a la participación de los movimientos
sociales de lucha y la articulación entre los movimientos de las acciones
conjuntas concretas. Desgraciadamente el resultado obtenido fue decepcionante,
a pesar de los grandes debates en algunos talleres y las conclusiones
interesantes de algunas asambleas de convergencia que propusieron fechas de
acciones conjuntas [2].
Las derivas del FSM
2015
La 13ava edición
del FSM tenía como desafíos garantizar una participación importante, tanto como
la de 2013, de hacer converger las luchas de los movimientos sociales,
especialmente en la región que está experimentando una ebullición de
movimientos de contestación: movilizaciones contra la explotación de gas de
esquisto en Argelia, el movimiento de profesores en huelga en Argelia y Túnez,
la lucha de los diplomados desempleados por su derecho al trabajo... y
los levantamientos populares en África (Burkina Faso, Togo, Congo ...), en
Europa (especialmente Grecia y España) y América Latina. El tercer reto era el
de facilitar la construcción de agendas comunes contra las instituciones
financieras internacionales y el sistema de la deuda, contra la explotación de
los recursos naturales por parte de las multinacionales, contra los tratados
neoliberales de libre comercio, contra la regresión de los derechos humanos más
básicos, la violencia contra las mujeres, por la justicia climática y la
soberanía alimentaria, la justicia social y la paz ... El cuarto desafío era de
orden organizativo y de seguridad, es decir garantizar la calidad necesaria de
organización y de interpretación y evitar la violencia y los disturbios que
pueden causar los enfrentamientos políticos, como ocurrió en ediciones
anteriores
Al aproximarse el FSM,
los temores crecían y algunos de ellos se confirmaron. En primer lugar sobre la
cuestión de la movilización, a pesar de la inscripción de un gran número de
organizaciones (más de 4.000) y no menos de 1.200 actividades registradas, la
participación fue menor que en 2013. ¡Las estimaciones del Comité de
organización son del orden de 45.000 participantes pero esta es una cifra
bastante sorprendente y ciertamente « inflada»! No se ha basado ni sobre el
número de insignias distribuidas ni sobre las inscripciones confirmadas.
Otro aspecto que merece
ser destacado; a saber, la cuasi-incapacidad de los movimientos realmente en
lucha de participar en este Foro. Si bien hubo debates sobre Grecia, sobre
España, sobre los movimientos actuales de protesta en África (Burkina Faso,
Togo, Congo...), pero esos movimientos de lucha, y de manera general aquellos
llamados « los nuevos movimientos» no estaban presentes.
El 27 y el 28 de marzo
se programaron treinta asambleas de convergencia. Sin embargo, se organizaron
talleres autogestionados en paralelo. Esto es lo que justifica la baja
participación en las asambleas. Esta metodología no ha facilitado las
convergencias.
Es asimismo importante
subrayar que ciertos contenidos de algunas actividades estaban en contradicción
total con la Carta de Principios del FSM: organizaciones que defienden las
agendas del Banco Mundial, la celebración de actividades que defienden los
acuerdos de asociación entre la UE y los países de la orilla
meridional del Mediterráneo, otros que hablan de empresariado en economía
solidaria, etc. El programa del Foro también ha sido patrocinado por las
empresas tunecinas (TÚNEZ TELECOM, TUNISAIR, TRANSTU) ¡Se añade a esto la
fuerte presencia de los islamistas que distribuían gratuitamente libros de
propaganda religiosa! ¡Así como partidos islamistas entre ellos el partido
marroquí « Al Adl wal Ihsane » («Justicia y espiritualidad») que hasta tenía su
stand en la facultad de derecho!
La presencia de una
importante delegación pro régimen argelino (alrededor de 1.200 participantes
apoyados por el gobierno) y de una delegación oficial marroquí aterrorizaron el
Foro y perturbaron la realización de determinadas actividades. El comité
organizador debía hacer una conferencia de prensa el 27 de marzo por la
mañana para denunciar la violencia causada por la delegación argelina (¡sin
citar la delegación oficial marroquí!) Pero dicha conferencia fue perturbada
por la misma delegación.
Otro gran problema: la
interpretación. El Comité de organización tunecino ha preferido formar un grupo
de voluntarios locales, especialmente estudiantes de idiomas y profesores
de traducción sin recurrir a la experiencia y el conocimiento de la red Babels
reconocida por su experiencia, su competencia y su implicación política en el
proceso del FSM y que hasta la fecha ha asegurado la interpretación de las
distintas ediciones del FSM. El Comité local consideró que los intérpretes de
Babels son « costosos y exigentes », contentándose con voluntarios que tienen
muy poca experiencia y cuyo número era demasiado insuficiente. Este enfoque
llevó a la red Babels a tomar la decisión de boicotear el FSM Túnez 2015 [3] Por
otro lado, las condiciones de trabajo para los intérpretes eran muy difíciles
(ningún material adaptado, sin per diem, sin alimentación…) lo que
los empujó a observar una huelga la tarde del 27 de marzo mientras se
celebraban algunas asambleas de convergencia.
FSM Túnez 2015: ¡un
Foro antiterrorista!
Después del ataque al
Museo del Bardo en Túnez el 18 de marzo en el que murieron 22 personas, el
Comité organizador del FSM convocó una sesión de urgencia e hizo un comunicado
en el que anunció la celebración del Foro y su decisión de cambiar el
itinerario de la marcha de apertura del Foro que ahora partiría desde la plaza
Bab Saadoun hacia al museo del Bardo, bajo el lema « los pueblos del mundo
contra el terrorismo»! El comunicado también habló de la creación de una
comisión en el seno del Consejo Internacional para la redacción de « la Carta
Internacional altermundialista del Bardo de lucha contra el terrorismo. »
¡Desde entonces, el FSM
se exhibía como acontecimiento antiterrorismo y los medios de comunicación
tunecinos sólo hablaban de los altermundialistas que venían a Túnez para
« denunciar el terrorismo »! Afortunadamente varios miembros del CI del
FSM y otros activistas internacionales reaccionaron rápidamente y expresaron su
preocupación. Una reunión de los movimientos sociales internacionales con
el Comité de organización, celebrada el 22 de marzo, permitió clarificar las
cosas y ponerse de acuerdo sobre el lema de la marcha de apertura: « Los
pueblos del mundo unidos por la libertad, la igualdad, la justicia social y la
paz, en solidaridad con el pueblo tunecino y todas las víctimas del terrorismo
y todas las formas de opresión ». Los movimientos sociales se han
negado a que el FSM sea considerado como un evento contra el terrorismo y
precisaron que en realidad existen varias formas de terrorismo y que el
terrorismo es alimentado por el imperialismo internacional.
¡A pesar de esas
aclaraciones la marcha de apertura en su conjunto fue una manifestación contra
el terrorismo, tal como lo informaron la prensa y los medios de comunicación
tunecinos que anunciaban que las organizaciones de la sociedad civil
internacional manifestaban en Túnez contra el terrorismo!
El tema del
terrorismo que se invitó al debate (incluida la reunión del CI del FSM)
muestra que dentro del propio FSM están aquellos que siguen la línea del
imperialismo y aquellos que lo combaten.
¿El futuro del FSM?
Es evidente que en la
actualidad el Foro Social mundial está en crisis, así como su Consejo
Internacional. Fue recuperado por los defensores de un « liberalismo con rostro
humano », aquellos que consideran el Foro como un simple acontecimiento. La
lucha contra el sistema capitalista no está en el orden del día y no constituye
una agenda común de los diferentes componentes de la dinámica del FSM. ¡El
futuro del proceso es entonces incierto!
En otras palabras, el
FSM se ha replegado sobre sí mismo y ya no aspira a hacer contrapeso al Foro
Económico mundial de Davos o cualquier otra instancia del neoliberalismo. Ya no
tiene objetivos en términos de enemigos a combatir. Peor aún, se pone bajo el
redil del imperio (cf. Lucha contra el terrorismo). De hecho, ya no tiene una
brújula política.
Además, el FSM nunca
logró ser realmente un foro donde se expresan los movimientos de lucha. Sólo
las organizaciones estructuradas son capaces de financiar los viajes de algunos
militantes. Es muy raro que se piense en aquellos que están en el terreno.
La Asamblea de los
Movimientos Sociales (ASM), que era el último momento del FSM durante los
primeros años, y que apelaba a cada edición a jornadas de acción y
movilizaciones a escala mundial, ha sido vaciada de su significado por la
estrategia y la metodología establecida por el CI. ¡Ella ahora esta
marginalizada y colocada al mismo nivel que otras asambleas de convergencia! La
idea era justamente romper la dinámica de la AMS que específicamente se
posiciona en el campo de las alternativas a la globalización capitalista. Y los
mismos movimientos sociales han contribuido a ello con su retiro y su
desinterés, particularmente los principales movimientos internacionales que
iniciaron esta dinámica.
Los movimientos
sociales, especialmente aquellos que conforman la AMS, así como los diversos
movimientos que luchan por la justicia social a nivel mundial, son llamados a
una mayor coordinación y concertación con miras a la lucha común, incluso más
allá del FSM, para fortalecer la lucha contra la globalización capitalista con
miras a otro mundo más justo y equitativo.
Mimoun Rahmani es miembro
de ATTAC / CADTM Marruecos y representante del CADTM Red Internacional en el CI
del FSM.
Notas
[1] Por qué el Foro Social Mundial se ha agotado, por Emir Sader, sociólogo y politólogo brasileño, nov. de 2013
[1] Por qué el Foro Social Mundial se ha agotado, por Emir Sader, sociólogo y politólogo brasileño, nov. de 2013
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